jueves, 27 de agosto de 2020

Crónicas de Una Extraterrestre

 

 
    
Estoy aquí… en un planeta que me cuesta reconocer, en un nivel de conciencia desconocido para mí, experimentando esta densidad.

Sé que fue mi decisión vivir la separación, pero lo olvidé…

Queda algo tenue…

Sensaciones…

Sueños…

  Intuiciones…    

Mis sueños de niña me mantienen el recuerdo de la nave de plasma donde me moví de universo en universo hasta llegar aquí, con plena consciencia.

Pero al pasar el Gran Velo, mi memoria se borró.

Y ahora no recuerdo, no recuerdo qué es esto.

 No comprendo a los seres de este planeta que llaman “racionales".

Los observo, los miro, los veo absurdos,

Y… estoy sujeta a las leyes de esta  realidad de tercera dimensión.

Sé que hay mucho más de lo que aquí me han contado.

Pero mi memoria está nublada por el olvido.      

Mi cuerpo físico en este momento, no está en concordancia con quien realmente soy, con mi Esencia, con mí Ser.

En estos momentos estoy sentada al aire libre, mirando el inmenso océano y a los humanos que van caminando delante de mí.

Tengo un cuerpo de 61 años en el tiempo lineal, es cuerpo femenino, cuando en mi interior no hay separación, pues los opuestos están en Uno.

Este cuerpo femenino, se diferencia del masculino en que es más curvilíneo, se han desarrollado los pechos para amamantar y el aspecto reproductor es de vasija. Un cuerpo femenino en el que predomina la emoción, cuando en el masculino, habitualmente, predomina la “razón”, aunque los dos aspectos están en ambas partes.

Me asombra cómo los terrícolas marcan la diferencia en el aspecto externo, en la manera de protegerse de los elementos de la Madre Divina… usando ropas para resguardarse de lo que llaman frío, de la lluvia, del viento… ropas diferentes, que marcan la separación, esa ropa externa es una etiqueta de sexo, condición, cultura… cuando todos venimos de la misma Fuente.

Aquí, producto de la Ley del Dos, existe el miedo… el desamor... el frio… la duda… la mentira... y todos sus opuestos, llevados a extremos insospechados.

Me siento extraña en esta separación.

Observo detenidamente a los humanos que tienen el cuerpo físico del mismo tiempo lineal que el mío en este momento que estoy experimentando la tercera dimensión.

Están decaídos…

Parecen muertos vivientes…

Están enfermos…

Sus bloqueos energéticos se marcan en su cuerpo físico y a mi pantalla mental llega el mapa de sus dolencias. No hay juicio, sólo observación, atención…

La rigidez marca sus cuerpos… reflejo de su rigidez mental.

El cansancio…

Han maltratado su cuerpo físico… su vehículo para moverse en la Tierra…

Han olvidado todavía más que yo…

No recuerdan que todo es Sagrado,

Dejan que la vida pase… no saben vivir

Se les escapa…

Observo sus expresiones,

Tienen miedo

Sus ceños fruncidos,

Sus marcas en la piel debido a su propia contracción,

Van en parejas, de dos en dos…

Un hombre y una mujer…

Dos hombres…

Dos mujeres…

Se apoyan unos a otros porque sus cuerpos no se sujetan…

Son torpes…

Están tristes…

Y se quejan… siempre encuentran un motivo para la queja…

Y ahora me encuentro “observando a la observadora”, mirándome desde fuera

¿Acaso no está mi cuerpo físico igual al de ellos?

Cansado…

Torpe…

Dolorido…

¿Dónde está la diferencia?

Pero…

¿Qué hago aquí?

¿Quién soy Yo?

¿De dónde vengo?

¿Por qué no estoy en Casa… con los míos?


  Madre/Padre, ¿Por qué me habéis abandonado en este frío, en este vacío?

La Gran Ballena me responde: “Nunca te abandonamos… formamos parte de ti”



He vivido una larga experiencia terrícola, aunque en el tiempo circular, ha sido un suspiro.

Han sido muchas vidas ya, aquí en La Tierra, en uno de sus niveles más primitivo.

Recuerdo algunos aspectos de estas experiencias.

En la época del Maestro, cercana a él como mujer, ungiéndole los pies con reverencia.

En Roma, como Patricia, cuando los cristianos estaban en las catacumbas.

Reviví mi muerte como Caballero Teutón en el año 1252, experimenté en ese momento la conciencia pura del SER, del vacío, para desde allí, proyectar mi siguiente vida…

Recuerdo también cuando me quemaron en la hoguera… porque empecé a recordar…. Eran tiempos oscuros, de sufrimiento, pero también recuerdo, que no viví ningún dolor, pues antes de que las llamas alcanzaran mi cuerpo, mi ser se había ido ya a la siguiente existencia y pude verme desde fuera, como observadora.

 Recordé de nuevo el vuelo del águila, siendo yo el águila…

 Y la experiencia de ser un chamán viviendo en una choza circular con la techumbre de alguna planta seca, en la falda de una montaña de un país de América del Sur, que no puedo recordar.

Y también fui bailarina de danza clásica en la corte rusa, en la época de Catalina la Grande…

Quizá una de las experiencias que más me marcó fue a finales del siglo XIX como india Hunkpapa e hija adorada de Tatanka Iyotanka. Todavía está en mi memoria la masacre del General Custer y sus hombres contra nuestro pueblo. Mi gente nublada por el agua de fuego, mi padre derrotado y con esa mirada de profunda tristeza que vida tras vida me acompaña….

Tantas y tantas experiencias desde el principio de los tiempos, aquí en la Tierra.

¡Porque lo Elegí!

Quiero repetirlo para no olvidarlo de nuevo…

L O   E L E G Í…

                        Quiero gritarlo una y otra vez, para que en esos momentos de inadaptación,                                           sea más llevadera mi existencia tridimensional…

Porque lo elegí…

LO   ELEGÍ...

 ¡L-O   E-L-E-G-Í!

He vivido la desesperación profunda…

Lo que ellos llaman dolor…

Lo que viven como sufrimiento…

También experimenté el profundo rechazo…

Y la infinita tristeza…

Siempre, siempre mirando hacia las estrellas.

Añoranza…

He sentido el desgarro en mi ser pidiendo con desesperación que se me permita de nuevo regresar a Casa, al Agua, donde todo fluye, donde todo es Luz y mi voz interna me responde: “Elegiste vivir la dualidad por Amor…”

Pero también he vivido la belleza de contemplar la vida alrededor, en esta octava de la tercera dimensión.

El Lenguaje de los Árboles…

Las Geometrías del campo energético de las Plantas,

 El éxtasis de observar el movimiento del Mar desde un acantilado,                                                            
Los mágicos atardeceres en la pequeña Isla.

El contacto con los Animales de la Tierra.

Las altas Montañas y las profundas Cuevas.

 

El Vuelo de las Aves del Cielo.

La Danza de los seres del agua.

Me he emocionado con la sonrisa de un niño o una niña.

Hasta he sido feliz en el reencuentro con tantos seres de las Estrellas, disfrazados de seres humanos, como yo.

He vibrado de Amor, del Amor Grande cuya semilla traigo desde el principio de los tiempos.

He sentido la vida desarrollándose dentro de mi cuerpo físico de mujer en esta experiencia tridimensional.

Anhelé durante mucho tiempo lineal a mi contraparte, la que se quedó entre las octavas dimensionales, viví con profunda melancolía vida tras vida esa carencia.

Hoy, aquí y ahora, desde mi conciencia pura, entiendo que nunca estuve separada, que la parte de mi esencia que creí perdida, está dentro de mí, olvidada, pero no por ello menos viva.

Me reconcilié con todo mi Ser y entendí y unifiqué los opuestos para formar parte del Todo, la gota que lo contiene todo, que forma parte del vasto océano cósmico.

Quise aprender a vivir en esta densidad, a amarla, a entenderla y a glorificarla.

Y desde mi corazón terrícola, desde mi corazón de niña y el Corazón Único…

Bendigo a la Raza Humana, que me hizo recordar mi Esencia.

Bendigo a este hermoso planeta que me acogió.

Bendigo a La Madre Tierra por su cobijo, su nutrición.

Bendigo a las Nubes cambiantes y al Azul del Cielo.

 Y al Arco Iris que me hace ser transparente, magnificándome en la pura brillantez de todos los colores unidos… los que se ven en esta longitud de onda… y los que no se ven…

                Bendigo a mi cuerpo físico, por ser el soporte para moverme por la Tierra, aunque muchas veces me parezca una jaula, una cárcel estrecha, donde sólo en sueños puedo volar.

Bendigo a todos los corazones palpitando en un solo latido, un solo Corazón.

            Bendigo a todos mis sentidos físicos, a mis oídos por percibir la música de la vida, la música de las esferas, a mis manos por acariciar, a mi olfato por percibir los suaves aromas que trae el viento,         a mi boca por besar y a mis brazos por abrazar.

Bendigo a mis pies, a mis piernas y a mi columna vertebral por todo este largo caminar.

--ooOoo--

Cierro los ojos, me siento grande, muy grande, mi energía se expande sin fin… SOY

Abro los ojos, siento mis límites físicos…

Cierro los ojos, dentro de mi esfera veo en 360º, la Totalidad.

Abro los ojos, mi visión es limitada, veo en un ángulo que esforzándome llega a 180º…. Pero si voy girando mi cuerpo físico… veo todo el círculo… aunque mi visión sea secuencial.

Cierro los ojos… respiro… mi personalidad terrícola se disipa.

Abro los ojos, veo la matrix. Todo a mí alrededor en este momento es artificial.

Cierro los ojos… siento el aire, el prana, veo la energía con el ojo único, juego con mis manos a verlas en energía en la oscuridad que no existe.

Abro los ojos, la luz artificial me daña…

Cierro los ojos, mis pulmones se ensanchan, respiro prana conscientemente de Madre Tierra y Padre Cielo, vibro, formo parte de la Unidad, soy una Esfera.

 Definitivamente…

Me quedo con los ojos cerrados…

Veo…

Siento…

Soy…

Respiro...

Entiendo…

Amo…

Formo parte del Todo.

 

Aguamar Nómada - La Abuela Tejedora de Sueños 

febrero de 2014

 

 

 

 





7 comentarios:

  1. Ay! hermana, desde luego que si eres mi hermana, cuantas veces nos habremos cruzado en este planeta y en otras esferas. Tantos sentimientos repetidos en los dos y tan cansados que estamos de regresar y regresar. y de volver a casa, hace poco escribí algunos de mis recuerdos de otras vidas. También me acuerdo de la nave de plasma. Cuando me quemaron en la hoguera, me hicieron besar una cruz ardiendo que quemo mis la vios, cuanta crueldad a veces Dios mio. Aquí te pongo un texto que escribí hace unos meses, I love you

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  2. MIS VIDAS PASADAS
    Ya desde niño, las primeras que recordé son las que tuve en la cultura de los indios americanos del norte. Recordando nuestras tradiciones, danzas, cantos y costumbres. Detalles muy importantes para mí como que cuando nos íbamos de un lugar era porque el lugar no los pedía y una vez que habíamos partido no quedaba ninguna señal de nuestra estancia. Cuando llegábamos a uno nuevo pedíamos permiso. Una forma de vivir, solo matando a los animales que necesitábamos para comer y donde todo era de todos y sabíamos hablar un idioma que no utiliza palabras sino gestos y proyección de imágenes. Cuando ya llegaron los blancos, todo cambió y cayó como una especia de cortina negra de humo que lo ensució todo. Era nuestro fin como cultura y la perdida de la libertad como forma de vida. Por desgracia estuve en la caminata de las lágrimas, cuando ya todos nos dirigíamos hacía las reservas y sabíamos que el sol nunca sería el mismo.
    Así mismo recuerdo en otra vida siendo un mongol, al regresar al poblado y encontrarnos que habían matado a todo el mundo. Tenía dos hijas y mi mujer. La tristeza que me produjo esa realidad me llevo a andar hacía las montañas casi sin rumbo y un día caí de bruces y entre el fango vi en un charco la imagen de Buda. Mi primer encuentro con Buda, que alteraría mis vidas completamente. He sido monje muchas veces en diferentes culturas, pero fue en el Tíbet donde desde mi pequeña habitación del monasterio a través del viento del orificio que hacía de ventana encontré mi iluminación. Esa vida sigue alimentando todas las siguientes. Siempre tengo ese viento hablándome cuando realmente lo necesito.

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  3. Tengo una vida hermosísima en Japón donde era un médico que trabajaba con hierbas medicinales. Las tenía todas en cuencos pequeños de cerámica y la gente venía a visitarme desde muy lejos. Si hay algo complicado y doloroso en todas mis vidas es siempre lo mismo, la perdida de mis seres queridos, allí en Japón perdí a uno de mis amores más queridos, mi mujer, el ser más especial que he conocido y reconozco que la sigo buscando en todas mis vidas con otro cuerpo. Morí de un golpe en la cabeza yendo con mi asistente –discípulo al caerme de la mula. Tengo el presentimiento que el trabajo de selección y dibujos de plantas que realice en esa época todavía existen en la tierra.
    He sido un personaje muy famoso, un músico, en otra vida pero no voy a rebelar quién es, es muy privado. Normalmente he sido una persona común casi siempre.

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  4. Tengo muchas vidas en India, una de la que más recuerdo es cuando era un niño, debía de ser de una familia muy importante porque iba siempre muy bien vestido y tenía un tutor que su amor y conocimiento todavía perduran en mí. Siempre que iba a visitarlo, dejaba todo lo que estaba haciendo para estar conmigo. Lo que recuerdo con más cariño era un día al año que íbamos a un lago y poníamos unos barcos con velas y oraciones en un lago por la noche, era muy mágico. Cuando morimos, lo que nos llevamos con nosotros es muy poco, es una cantidad de emociones y aprendizajes, pero no mucho más, lo demás desaparece en la nada. El conocimiento se va acumulando. Hay muchísimos actores y actrices que son almas viejas, y por eso les es tan fácil el ser personajes diferentes y tienen tanto carisma.
    He tenido una serie de vidas muy negativas y complicadas en Italia. La primera vez que llegué allí en esta vida era muy joven 18 años y no me esperaba la cantidad de recuerdos que me iban a venir, ufff que duro, acabé enfermo.
    De mi vida de romano, quiero explicar que es una de las más negativas de mi historia y tenía esclavos, prefiero no explicar nada más, mucho karma, solo que cuando un ser tiene el poder sobre quién vive o muere es muy fácil perder el control. Luego mis vidas en la iglesia católica y un gran puesto en el vaticano, en la que me enamoré de una mujer en el centro de Roma, un amor prohibido lleno de sexo del que me arrepentía todo el tiempo cuando volvía a mis habitaciones. Estoy enterrado debajo de un altar, mi energía seguía allí y tuve que ir a liberarla.
    Cuando conozco a alguien que voy a tener una relación profunda puedo ver de dónde la conozco, este es un don muy especial y muy hermoso. Las imágenes se presentan con una claridad impecable, es muy bonito. Mi hermana y yo nos vamos encontrando continuamente en diferentes vidas de diferentes formas. Tengo amigos que eran familia en tribus de las amazonas, en Paris donde me morí de sífilis, con mi marido actual que éramos hermanos en Inglaterra y entrenábamos juntos para ir a la guerra. Mi marido es muy curioso porque siempre se reencarna en Inglaterra, no tiene influencias de otras culturas y eso lo hace muy concentrado.
    Mi padre y yo estuvimos casados en la provincia de Toledo en la época de la invasión de Francia, él era un pastor muy atractivo y siempre llevaba camisas blancas, éramos muy pobres pero nuestra vida era muy plena, y no tuvimos hijos. Murió a manos de los soldados. Esto hacía que cuando me miraba su alma sabía quién era yo y no sabía dónde meter esos sentimientos, porque no los entendía y yo no se lo podía explicar.
    En mi época italiana, fuimos con la compañía de teatro que trabajaba en esta vida a Génova y me fui a pasear por el puerto y me recordé como una prostituta, una vida muy triste y complicada, tengo la capacidad de encontrar mi casa si todavía existe, cosa que me ha pasado en Roma y en Génova. Todo es muy intenso.
    Son muy importantes para mí, mis vidas en Egipto, cuando regresé fue maravilloso, aunque en una vida que era muy importante me clavaron una lanza en la frente, fue una muerte muy violenta que recuerdo con mucha tristeza y miedo. Pero el conocimiento que teníamos en Egipto era altísimo y la vida muy especial. Un día en esta vida tuve la oportunidad de viajar a una vida en Egipto, otra vez de mujer, pero me reencarné en su cuerpo y duró unos segundos y pude ver la casa y mi cuerpo. Me impresionó mucho el silencio de esa época y la densidad del aire.
    No sé porque nací recordándolo todo, nunca lo he sabido. Sigo muy agradecido a las vidas en las que adquirí conocimientos profundos y he pedido perdón a las almas a las que hice daño.
    La mayoría de las veces cuando he explicado esta realidad mía, las personas me han mirado como si estuviese loco o tuviese mucha imaginación.
    Es muy extraño porque África negra no está en mis vidas, solo un recuerdo de un anciano jugando a un juego con unas piedras, creo que fue tan horrible que nunca quise regresar ni recordar.

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  5. Tengo una conexión muy importante con los aborígenes Australianos, yo se que ellos tienen un secreto mío y que lo pueden explicar. he intentado llegar a ellos en muchas ocasiones y siempre se frustra la conexión. Creo que ya no lo voy a intentar más.
    La mayoría de lugares que visitamos en el planeta ya hemos estado en otras vidas si sentimos conexión con esos lugares y si dejamos karma nos pueden pasar cosas raras. Igualmente, con las personas que tenemos conexión también las conocemos o nuestra alma las recuerda.
    En el Yo Superior todas esas vidas, están unidas por una forma geométrica y están sucediendo todo al mismo tiempo en ese universo.
    NN

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  6. Has probado conectarte con ellos en el tiempo de ensoñación?. Te acuerdas cuando fuimos a Nueva Zelanda, yo soñé con na mujer Waitaha que me decía "te estamos experando" y cuando llegamos, allí estaba, creo que tí te pasó algo parecido.

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